Según un reciente estudio realizado por la “Fundación Europeapara la mejora de las condiciones de Vida y de Trabajo” (EUROFOUND) y publicado por el Servicio Público Federal de Empleo belga, el 31% de los belgas ejerce un trabajo de calidad mientras que el 14% cuenta con un trabajo denominado “indecente”. El 51% restante se sitúa en una franja media en cuanto a calidad del trabajo. En el primer grupo se engloban un 18% de directivos y un 13% de profesionales intelectuales y científicos así como los empleados administrativos. Cabe señalar que entre los directivos un 65% de los puestos son ocupados por hombres, mientras que en el 13% restante de este grupo el reparto es del 51% para los hombres y 49% para las mujeres. El segundo grupo, el de los trabajos “indecentes”, registra una mala puntuación en casi todos los aspectos de la calidad del trabajo, tales como: trabajos en situaciones de riesgo, puestos de trabajo sin poder de decisión ni autonomía, salarios bajos, nulas oportunidades de promoción, contratos temporales. Este grupo de puestos de trabajo se encuentra principalmente en los servicios directos a particulares, en los comercios y en los servicios de ventas. Estos empleos precarios son ocupados en un 55% por mujere. Por último, los belgas que ejercen un puesto de trabajo calificado como medio, encuentran al menos un aspecto negativo en sus trabajos como son: promoción limitada (10%), exigencias emocionales (10%), un perfil de trabajo pesado o repetitivo (10%), contratos a tiempo parcial. El informe concluye emplazando a los gobiernos a permanecer atentos en cuanto bienestar de los trabajadores y la calidad de los puestos de trabajo desempeñados por los mismos.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS