Ocho centrales sindicales, entre ellas las dos más importantes, Unión General de los Trabajadores-UGT- y Central Única de los Trabajadores CUT- (brazo sindical del Partido de los Trabajadores, al que pertenece la Presidente del país), convocaron una paralizaron, que tuvo lugar el día 11 de julio, con una participación muy baja ,unas 100.00 personas en todo el país.
Entre las principales reivindicaciones se encuentran la aprobación del proyecto de ley que suprime el “factor previdenciario”, índice para equiparar el valor de las prestaciones al de las cotizaciones; reducción de la jornada de trabajo, de las actuales 44 a 40 horas semanales; el rechazo del proyecto de ley que regula el trabajo tercerizado; y el control de la inflación.
Según la Policía de Tráfico, se bloquearon carreteras en 18 estados brasileños y la autoridad portuaria informó que se paralizó parcialmente el puerto de Santos, mayor del país.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS; Folha de São Paulo 12/07/2013)
