Tras 18 meses de negociación la coalición ha llegado a un acuerdo sobre la introducción, a partir de 2013, de una tarjeta sanitaria electrónica donde se archivará el expediente sanitario. Los datos serán introducidos a partir de 2015 y al inicio serán almacenados informes de las exploraciones médicas, de los hospitales, radiografías, medicamentos, etc. En una segunda fase se introducirán otros datos, tales como los de los servicios de urgencia, vacunas, etc. Los datos serán gestionados de forma centralizada, pero podrán ser leídos mediante la tarjeta sanitaria.
Los médicos e instituciones sanitarias a los que se dirija el paciente tendrán acceso a los datos durante un período de 28 días. Las farmacias sólo podrán acceder a la información actual sobre medicamentos. El paciente podrá consultar de manera electrónica quién accede a los datos y quien no desee almacenar sus datos podrá solicitarlo por escrito.
Para la introducción de la tarjeta serán invertidos 130 millones hasta 2017. El coste de mantenimiento es de 18 millones anuales.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS; Die Presse