La Socialdemocracia ha celebrado el décimo aniversario del programa de reforma laboral del entonces Canciller Federal Gerhard Schröder (SPD), la Agenda 2010. Con el paquete de reformas Schröder reaccionó a los crecientes niveles de desempleo y a las elevadas tasas sociales. Entre otras medidas, la coalición rojiverde (SPD y los Verdes) reformó profundamente la administración laboral del país y fusionó el subsidio por desempleo y el subsidio social en la prestación por desempleo II, denominada popularmente Hartz IV. La reforma fue sumamente polémica y provocó al principio un mayor aumento de las cifras de desempleados, pero incluso la Democracia cristiana, actualmente en el Gobierno, reconoce parte del éxito de la Agenda en combatir el paro, que hoy se encuentra en el nivel más bajo desde la reunificación alemana. Uno de los puntos negativos de la reforma fue el fomento del trabajo temporal, que se ha convertido en una de las lastras del mercado laboral alemán ya que es un instrumento que emplean muchas empresas para sustituir a trabajadores de plantilla. No tuvieron éxito las Agencias de Servicio de personal (PSA), ubicadas en las agencias de empleo y creadas para la cesión de personal a empresas, que entretanto ya han desaparecido, así como tampoco las subvenciones a las empresas unipersonales. Sí ha permanecido la figura de los minijobs, con sus ventajas fiscales y de cotizaciones, si bien esta modalidad de empleo sigue siendo polémica porque reemplaza a empleos regulares en algunos sectores como el comercio minorista y la hostelería.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS