Entre las nuevas medidas de empleo excepcionales en período de crisis, figura una sobre la protección contra el despido de los obreros, colectivo muy afectado por la recesión económica. Los obreros despedidos individualmente o por quiebra de empresa durante el primer semestre 2010, se benefician de una indemnización complementaria por un importe de 1.666 euros, a cargo de la Oficina de Empleo, parcialmente reembolsable por los empresarios (33%). En distintas ocasiones las organizaciones patronales han manifestado su indignación frente a esta iniciativa del Gobierno, haciendo hincapié en que, además de aumentar la carga económica de las empresas, también pone en peligro a su participación a la reactivación económica.
Fuente: Actualidad Exterior; MTIN