Para asegurar la viabilidad de su sistema de pensiones, Bélgica es el país europeo que deberá realizar más esfuerzos y reformas durante los próximos años. El conjunto del actual sistema de pensiones belga reposa sobre los tres pilares siguientes:
1.
El primer pilar está constituido por las pensiones legales a cargo del Estado. Según datos de la Comisión europea, entre 2010 y 2060 el gasto en pensiones va a tener un crecimiento espectacular en Bélgica, pasando del 10,1% del PIB nacional al 16,2% del PIB en el último año antes citado. Este crecimiento espectacular se debe a las siguientes razones: a) el aumento de la esperanza de vida; b) una situación demográfica desequilibrada originada por la entrada en el sistema de pensiones de la generación del “baby-boom”; y c) sobre todo, la retirada prematura de la vida profesional activa: a pesar de que la edad legal de jubilación esta fijada en 65 años, los trabajadores belgas se jubilan, como media, a los 59 años.
2.
El segundo pilar está constituido por los mecanismos de pensiones complementarias implantados a nivel de empresa. Las modalidades más utilizadas son los fondos de pensiones y los seguros colectivos. Esta segunda modalidad es la más extendida y tiene importantes riesgos implícitos para las empresas. En efecto, los seguros colectivos se rigen por la denominada ley Vandenbroucke, que, en esencia, garantiza al trabajador la percepción de un 3,25% sobre las primas pagadas por su empleador, que responde plenamente del cumplimiento de esta garantía. Teniendo en cuenta que las empresas aseguradoras no ofrecen actualmente más allá del 2,25%, el empresario debe completar a su cargo la diferencia hasta el 3,25% que establece la ley, de manera que la situación se hace insostenible a medio-largo plazo para las empresas desde el punto de vista financiero.
3.
El tercer pilar lo constituye el ahorro particular (en la actualidad se calcula que 2,5 millones de belgas dedican parte de su dinero a esta modalidad). Este tipo de ahorro goza en la actualidad de determinados beneficios fiscales que se encuentran cuestionados por determinados actores sociales (sindicatos y partidos de izquierda).
En este contexto, los interlocutores sociales mantienen posiciones enfrentadas en lo que se refiere a las reformas que deben abordarse para mantener la viabilidad del sistema en su conjunto. Mientras que los sindicatos insisten en el reforzamiento del primer pilar, la patronal solicita eliminar el porcentaje del 3,25% garantizado en el segundo pilar. Por su parte, el Gobierno ha puesto en marchala reforma de las pensiones creando un grupo de trabajo integrado por doce expertos. Este grupo deberá presentar sus conclusiones sobre una futura reforma del actual sistema de pensiones en la primavera del año 2014.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS; LE SOIR 13-14/04 y L ECHO 16/04
