Los empresarios se quejan de que cada vez resulta más difícil encontrar buenos aprendices y los datos sobre los resultados de los exámenes de fin de aprendizaje de 2011 lo confirman, ya que el 20% de los jóvenes no aprueban el examen final de formación profesional, de los cuales casi un 40% repetía dicho examen. La tasa de jóvenes que suspenden ha pasado del 11,7% en 1980 al 17,5% en la actualidad.
En Austria hay más de 200 títulos de formación profesional y en 23 profesiones la tasa de suspensos es superior al 30%.
Según los expertos, el aumento del número de jóvenes que suspenden tiene cierta relación con la evolución de las aspiraciones de los jóvenes, pues quien hace años hacía formación profesional asiste ahora a una escuela superior técnica y, quienes en el pasado no hacían nada, son los que aspiran ahora a una formación profesional.
Los sindicatos culpan a las empresas de la situación actual y critican que muchas utilizan a los jóvenes como mano de obra barata. Los representantes de los empresarios se oponen a esta crítica y destacan que el joven tiene que crecer en la profesión.
La cuota de jóvenes que suspenden en Alemania es la algo más baja y en las profesiones artesanales es del 15%; en la industria y el comercio el 10%.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS; DP