En octubre de 2011, la Comisión Europea presentó una nueva estrategia en materia de responsabilidad social corporativa (RSC). Ella sostiene que para cumplir con su responsabilidad social, las empresas deben tener «que participar en estrecha colaboración con los interesados, un proceso para integrar las preocupaciones sociales, la ética ambiental, los derechos humanos y los consumidores en sus negocios y su estrategia central. »
El objetivo es doble: fortalecer el impacto positivo de la empresa – por ejemplo mediante la creación de nuevos productos y servicios que benefician a la sociedad y las propias empresas – y reducir y prevenir sus efectos adversos.
Fuente: Comisión UE