Para una mayor conciliación de la vida familiar y laboral de los trabajadores, el Gobierno belga tiene previsto reformar el régimen laboral en el sector privado y en la función pública. El llamado horario de trabajo a la carta o flotante permitirá ajustar la jornada laboral a las exigencias familiares que, como ha indicado la Ministra de Empleo, se han modificado mucho en las últimas décadas (familias monoparentales, custodia alterna de los hijos, etc.…). En un principio, la reforma no cuestiona las 38 horas de trabajo pero sí el margen de tiempo para su realización que, actualmente se distribuye en términos semanales (38 horas/semana). El Gobierno espera que los interlocutores sociales colaboren en la reforma advirtiendo no obstante que, con o sin su visto bueno, se instaurará la misma.
En el campo sindical, la central socialista FGTB, una de las mayoritarias del país, ya ha manifestado no estar opuesta al proyecto del Gobierno siempre y cuando este sea fruto de una negociación colectiva. El otro sindicato mayoritario del país, el cristiano CSC, aún no ha hecho declaración alguna al respecto.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS; LE SOIR 10/01.