El domingo día 4, con un día de adelanto sobre lo previsto, el Presidente del Gobierno, Mario Monti, anunció un reajuste de 30.000 millones de euros, gravoso para los contribuyentes, pero indispensable para evitar la quiebra de Italia, que marcaría el fin del euro y de toda ambición política de Europa. El texto del decreto (nº 201/2011), que el mismo Monti ha denominado «Decreto salva-Italia», ha sido publicado en la Gazzetta Ufficiale el día 6 y ha entrado en vigor ese mismo día. Se ha iniciado ahora su tramitación urgente en el Parlamento que, sin duda, introducirá reformas en el texto propuesto por el Gobierno. En cualquier caso, el texto definitivo de las reformas estará aprobado antes de Navidad.
Las medidas contenidas en el «Decreto salva-Italia» constituyen un auténtico reajuste de emergencia, cuyo éxito no está asegurado. Entre las principales medidas, se señala la de las pensiones, la más radical y costosa para los ciudadanos, como lo confirman las lágrimas dela ministra Forneroal anunciarla, pero probablemente necesaria para un sistema que se tambalea y en el que hay sacas de privilegio. Otras medidas de relieve conciernen a la casa, bien-refugio de las familias, con el restablecimiento del Impuesto Municipal sobre Inmuebles (equivalente al IBI); a algunos recortes en los costes de la política (en las Provincias, en espera de su supresión) e intervenciones en apoyo de la competitividad de las empresas, a favor del crecimiento. En cuanto a otras intervenciones sobre impuestos, se anuncia un aumento del 2% del IVA (del 21% al 23%) a partir del segundo trimestre de 2012. Los 4.000 millones de entradas previstos se destinarán a ayudas a las familias y a los jóvenes, e impuestos sobre el lujo
Fuente: Actualidad Exterior; Ministerio de Empleo y Seg. Soc.