Los trabajadores tienen que cotizar cada vez más años para adquirir el derecho a una pensión que supere la pensión mínima. Mientras que para obtener una pensión de 680 euros mensuales un trabajador que se jubiló en 2009 tenía que haber trabajado 27 años cobrando un salario medio, en 2030 será necesario haber trabajado 32,6 años. Quien perciba solo el 75% del salario medio deberá haber trabajado 43,5 años. Varios estudios concluyen que el modelo de previsión privada para la jubilación fomentada por el Estado ha sido un fracaso, ya que los empresarios no participan en este intento de garantizar una pensión digna: mientras que el trabajador debería invertir a largo plazo el 15% de sus ingresos en la previsión para la jubilación, el empresario paga solo el 11%. Para gran parte de los trabajadores la participación en la pensión capitalizada no supone ninguna mejora porque tienen que gastar el dinero acumulado antes de tener derecho a la percepción de la pensión mínima. En la actualidad 412.000 personas mayores de 65 años (el 2,5% de los pensionistas) perciben ayudas para llegar al nivel de la pensión mínima.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS