El recién elegido presidente de Confindustria, Giorgio Squinzi, ha confirmado que acepta la reforma del trabajo sólo por razones de necesidad. «Es una porquería», ha dicho Squinzi (en realidad ha utilizado el término popular de «boiata«, que puede traducirse por «chorrada»), «pero sólo podemos aceptarla como es: tenemos que presentarnos ante el Consejo europeo el día 28 con una reforma aprobada. Luego, espero que haya ocasión de volverla a examinar para corregirla». La réplica de la Ministra ha sido sencillamente: «Estoy segura de que cambiará de opinión». Fornero, en una mesa redonda organizada por el PD de Lombardía, ha recordado que puede haber modificaciones también después de la aprobación definitiva por parte del Parlamento. En síntesis, Fornero ha dicho: «Tenemos una actitud muy pragmática, que quiere decir: donde no funciona se cambia».
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS