Las Cajas de previsión profesional que administran las cotizaciones efectuadas por las empresas para suplir las indemnizaciones por despido y por acceder a la jubilación han obtenido unos beneficios medios del 2,93%, cantidad insuficiente si se tiene en cuenta una inflación del 1,9%. Con estos rendimientos, las Cajas están lejos de alcanzar el 6% que resultaría necesario para que el trabajador, tras 40 años de actividad laboral, disponga de un capital equivalente al salario de un año.
El modelo austriaco que suple las indemnizaciones por despido fue introducido en 2003. Este modelo se aplica a las relaciones de trabajo establecidas desde esa fecha. En caso de despido, el trabajador no tiene derecho a una indemnización, sino al capital acumulado con la cotización empresarial, fijada en el 1,53% del salario. Cuando el trabajador alcanza la edad de jubilación, puede retirar este capital u optar por el cobro de una pensión. La mayoría retira el capital, razón por la que las cajas no pueden hacer inversiones a largo plazo y, por consiguiente, obtienen menos rendimientos. (DP)
Fuente: Actualidad Exterior; MTIN