Varios de los municipios principales del país han comenzado a ofrecer trabajo por un período limitado a aquellos que hayan sido parados de larga duración. El objetivo es garantizar que este colectivo sea elegible para el seguro de desempleo para que el municipio no tenga que pagar prestaciones de carácter social a ellos. La Ministra de Empleo, Hillevi Engström, dice que acoge con satisfacción la gestión de los municipios como una forma de crear puestos de trabajo, pero está en contra de facilitar que más personas sean elegibles a percibir el seguro de desempleo.
En un artículo relacionado en el periódico Dagens Nyheter[1], un estudio nuevo de la Unión de los Empleados Públicos (con siglas ST en sueco), indica que siete de cada diez oficinas de colocación de empleo critican a la política de empleo del Gobierno.
Las oficinas de colocación de empleo indican que el incentivo del Gobierno para los parados de larga duración, denominado “la garantía y desarrollo del trabajo”, así como el incentivo llamado “la garantía de trabajo para jóvenes”, no son adecuados y no proporcionan puestos de trabajo para estos colectivos de trabajadores. Al mismo número de oficinas de colocación de empleo también les gustaría ver que se hagan disponibles más plazas en los programas del mercado de trabajo.