Los representantes del sector industrial describen un panorama desolador de la situación de las empresas y destacan que los beneficios son tan bajos como hace tres años. En este contexto, para el Secretario General de la Asociación de Industriales, cualquier reivindicación que incremente los costes es un golpe para las empresas. Los Sindicatos y la Cámara de Trabajadores quieren facilitar el acceso a las seis semanas de vacaciones que ahora tienen quienes acreditan 25 años de antigüedad; también desean reducir las horas extraordinarias estableciéndose un impuesto de 1€ por hora realizada y piden 1.000 millones para la formación. La industria se opone ya que estas medidas encarecerían el factor trabajo y Austria ha perdido competitividad. El coste total del paquete sindical se estima en 2.200 millones, de los cuales 200 millones corresponden a las seis semanas de vacaciones. (DP)
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS