Un informe basado en una encuesta realizada en 2011 por la ConsultoríaMcKinsey en la que participaron 41 grandes empresas belgas del sector privado, revela que sólo el 11% (+ 5% respecto a 2007) de los puestos directivos en estas empresas son ocupados por mujeres. McKinsey que por primera vez se interesó por la situación en Bélgica, como parte de un estudio europeo llevado a cabo desde 2007 sobre este tema concluye que los progresos realizados en materia de diversidad de género son demasiado lentos, aunque esta política forma parte de las diez prioridades estratégicas para el 45% de las empresas encuestadas. La investigación ha puesto de manifiesto una serie de factores que se consideran que restringen el acceso de las mujeres a los puestos de responsabilidad (prejuicios, no aplicación de las medidas adoptadas, oposición contra la implementación de iniciativas específicas dirigidas hacía el colectivo de mujeres, etc.…)
No obstante, los autores del estudio estiman que existen elementos que conducen al optimismo y en este sentido destacan que Bélgica es un país vanguardista en la UE, en lo referente a la Políticade conciliación entre la vida laboral y familiar. Por otro lado, señala que Bélgica ha desarrollado una serie de iniciativas para promover la diversidad de género, destacando en particular a la Regiónde Flandes que tiene como objetivo lograr en 2015 una ocupación femenina equivalente a un 33% en los niveles medios de los puestos de dirección, así como el proyecto del Gobierno federal que prevé la introducción de cuotas de participación femenina en los puestos de dirección dentro de la Administración.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS; L’Echo del 07.06