El Parlamento ha aprobado una reforma para reducir los gastos a las empresas que optan por la Kurzarbeit, es decir, que reducen la jornada a sus empleados para evitar el despido. Cuando se reduce la jornada laboral, los trabajadores obtienen parte del sueldo que pierden a través de los servicios públicos de empleo y de la empresa. La reforma establece que a partir de 2013, el Estado comenzará a abonar las cotizaciones empresariales a partir del quinto y ya no el séptimo mes. Las empresas además habían pedido al Gobierno que las negociaciones para implantar la Kurzarbeit se negociara con los comités de empresas pero no será el caso y seguirán siendo los agentes sociales.
La decisión de reformar la normativa ha sido tomada ante el temor que en los próximos meses debido a la crisis las empresas tengan menos volumen de negocios. Los servicios públicos de empleo creen que podrá haber hasta 10.000 personas que se encuentren en 2013 en esta situación.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS; Die Presse