En la recepción a los interlocutores sociales con motivo del año nuevo, que ha tenido lugar el 17 de enero, el presidente de la República ha aprovechado el acuerdo en materia de reforma laboral de 11 de enero para defender su método de reactivación del diálogo social: “este resultado es el producto de un método. El tiempo de la concertación y de negociación no es un tiempo perdido. Es un tiempo ganado sobre los malentendidos, sobre el inmovilismo, sobre los conflictos”. Ha destacado la importancia de los nuevos derechos reconocidos a los trabajadores y el aumento de la contribución de los contratos de duración determinada, aunque considera que este aumento “es una etapa insuficiente” en la lucha contra la precariedad. Ha afirmado que, en nombre del respeto al trabajo realizado por los interlocutores sociales, la ley sobre la reforma laboral no hará modificaciones importantes del texto de acuerdo de la reforma laboral de 11 de enero. Por su parte, la presidenta de la primera organización patronal francesa (MEDEF) insiste en que la ley debe contener la totalidad del acuerdo.
El ministro de trabajo, Michel Sapin, ha declarado que las dos grandes centrales sindicales no firmantes del texto (CGT y FO) participarán en las reflexiones sobre la redacción del proyecto de ley: “Sería un gran error de esta mayoría limitarse a un solo sindicato para orientar la política social”.
El presidente de la República ha afirmado su voluntad de continuar por esta vía del diálogo social y a tal efecto ha anunciado la convocación de una nueva conferencia social en julio.
Fuente: Actualidad Exterior; MEYSS